Cada día que pasa somos más conscientes de que necesitamos cambiar nuestra forma de hacer las cosas para que este planeta sea un lugar mejor.
Al igual que se están controlando los vertidos al mar o las emisiones de las fábricas, también se está endureciendo la normativa de construcción, para conseguir reducir al máximo posible el consumo de energía y las emisiones de CO2. Pero… ¿realmente se consigue ahorrar algo con estas medidas?...