El ahorro energético es muy importante, no sólo para tu bolsillo, sino también para el medio ambiente. Este artículo te servirá de guía para aprender a ahorrar energía en tu casa, y te aseguramos que lo notarás mucho también en tus facturas.
GUÍA PARA AHORRAR ENERGÍA
Lo primero de todo es saber realmente qué es el ahorro energético. El Ahorro Energético o Eficiencia Energética consiste en la optimización del consumo energético.
Casi en la mayoría de los casos, cuando piensas en el ahorro energético en el hogar, normalmente lo relacionas con un ahorro económico en tus facturas, que obviamente, resulta ser un factor muy importante, pero no el único, ya que una de las razones principales también es cuidar del medio ambiente.
¿Por qué cuidar el medio ambiente? Porque nos lo estamos cargando, y si no nos tomamos esto en serio llegará a un punto de no retorno. Aquí te dejamos algunas de las razones para cuidar el gasto energético que realizamos en nuestras casas:
- Las energías no renovables se agotan:
La energía que recibimos de combustibles fósiles como el carbón o el petróleo se van terminando, ya que el consumo es cada vez mayor y tarda miles de años en regenerarse.
- El impacto ambiental:
Ya que muchos de los gestos que hacemos habitualmente como ir al trabajo en coche o no reciclar bien la basura, produce un impacto ambiental que tenemos que reducir si queremos vivir en un planeta sano y dejarle ese legado a las generaciones futuras.
- Depender de las energías no renovables:
Puede significar una dependencia energética que se vería afectada una vez finalizados esos recursos y que tendría un impacto no sólo económico sino también social.
Para conseguir un ahorro energético en el hogar, debemos modificar hábitos y determinados aspectos de nuestro día a día para que las facturas de los suministros como agua, gas o electricidad disminuyan y nuestro impacto ambiental sea el menor posible.
Estos son algunos de los gestos que podamos hacer para ahorrar energía en casa:
- Aprovechar al máximo la luz natural:
Teniendo en cuenta que vivimos en el país más soleado de toda Europa, debes aprovechar la luz natural en vez de encender luces en casa; es una forma bastante eficiente de ahorrar en la factura de la luz. Asimismo, abrir persianas y cortinas en invierno cuando haya horas de sol y cerrarlas al anochecer y hacer todo lo contrario en verano, puede suponer un ahorro también en la calefacción y en el aire acondicionado.
Además, también puedes ir sustituyendo las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo o bombillas LED, que son más eficientes y consumen bastante menos.
- Un buen aislamiento:
Es fundamental tener la casa bien aislada para evitar fugas de calor y de frío. Empieza revisando paredes y ventanas para analizar si ese aislamiento es efectivo o no.
- Apagar las luces y los aparatos en standby:
Acuérdate de apagar las luces cuando no estés en esa estancia de la vivienda y ten en cuenta que los aparatos que se quedan en standby siguen consumiendo, para evitarlo desenchufa todo lo que no estés utilizando.
- Utilizar electrodomésticos eficientes:
Cuando los compres o tengas que sustituirlos, fíjate en que la etiqueta energética sea A+, A++ o A+++, ya que son más eficientes.
Utiliza el lavavajillas y la lavadora cuando estén a plena carga.
Con la plancha, puedes dejar las prendas que necesiten menos planchado para el final y plancharlas con el calor residual una vez desconectado el aparato.
Cuando cocines en el horno aprovecha y hornea más de un plato. Otro truco es tapar las sartenes y ollas al cocinar, ya que gran parte del calor que se genera escapa si no se utiliza una tapa. Además, puedes aprovechar el calor residual del horno o de la vitro para terminar de hacer lo que estás cocinando.
- Presta mucha atención también al agua:
Instala reguladores de caudal en los grifos para reducir el consumo de agua tanto en el baño como en la cocina o en el jardín de tu casa.
No abuses de la calefacción ni del aire acondicionado:
Utiliza una temperatura de confort en invierno que oscile entre los 20 y los 23 grados y en verano entre los 22 y los 25 grados. Puedes utilizar termostatos digitales para mantener la temperatura y usar la calefacción y el aire acondicionado sólo en las estancias que estés utilizando.
- Instala un sistema de domótica:
Aunque en un principio pueda parecer una gran inversión, este sistema ayuda a lograr un ahorro energético en la vivienda de una forma muy sencilla, además de que tiene muchísimas utilidades, como la gestión de los electrodomésticos, del apagado y encendido de las luces, de la calefacción y por supuesto, la seguridad.
Como puedes ver, estos gestos que al principio pueden costarnos llevar a la práctica a diario, son hábitos que te permitirán ahorrar en casa y que sin duda valen la pena para cuidar el planeta.
Y tú, ¿has conseguido ya tener alguno de estos hábitos? ¿crees que cuidas lo suficiente el medio ambiente? ¿lo has notado en las facturas? ¿eres de los que aún no se ha concienciado?
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